En estos días nos visitó en nuestro proceso de "guillotinado y papiroflexia" de la revista un catador literario postmoderno e hizo las siguientes declaraciones:
"Se trata de una publicación de corte irregular, el guillotinado es fresco y aromático."
- Masticó entonces uno de los pequeños bordes de uno de los ejemplares y añadió-
"Se nota el apasionamiento juvenil en las letras, demasiada poca tinta
por otra parte. Está poco salada, pero muy salpimentada"
-Entonces cogió un pequeño montón de microrrevistas, las amasó lentamente con sus manos, miró al techo pensativo-
"Se percibe un surrealismo en su base, tiene ciertos toques de postmodernidad en contraste con su suave
plegado de aristas redondeadas. "
- Por último añadió, ante nuestro equipo redactor con tono solemne:-
"Creo que gustará, pero no a las masas."
Nuestro catador se olvidó su boina marxiana encima de la mesa de la sala de estar.
Intentamos devolvérsela pero ya se había montado en su cepelín color frambuesa y miraba al frente con sus ojos mellados en busca de otro horizonte postmoderno que descubrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario